Escrito por Pepe
Entre los planes de la Semana Grande 2013 de Viana, ademas de la disfrutona travesía Cuívo- Mortero, hicimos la deseada visita a Torca de Juanín, y simultaneamente otro equipillo haría Acebo-Rubicera. Esta última travesía, que son palabras mayores, tenía un componente de compromiso especialmente alto, por la carga mediática que ha tenido el polémico rescate del GREIM a nuestros compañeros de Espeleominas, y por ser la primera repetición de la travesía. En cualquier caso será Guillermo Reguilón el que dentro de unos días, os contará con toda riqueza de detalles sus periplos por el Mortillano.
Volviendo a Juanín, fue el 30 de agosto por la noche cuando nos juntamos los seis que teníamos prevista esta visita, en la ermita de Oceño. Quique y yo veníamos de Ramales y Julián, Iván, Julio y Johnny venían de Guadalajara. Cuando por fin llegaron nuestros compis de "Guada", Quique y yo ya estábamos en el saco. He de decir que yo estaba a base de Frenadol y "Respi-bien", lo que no es idóneo para plantearte una incursión a la torca.
Nuestros amigos llegaron a las once y algunos de ellos se encontraban con ganas de bajar al bar de Oceño a tomar algo. Y así hicieron.
A la mañana siguiente, levantada tranquila, desayuno en el atrio de la ermita, y para la torca. El acceso es realmente sencillo con las indicaciones que damos en nuestra propia ficha de visita, y el coche te deja a 90 m de la boca, ¿qué más le puedes pedir a Juanín?
En el parking de la torca comenzamos a vestirnos de romanos y con calma fuimos ensacando todas las cuerdas y preparando los miles de mosquetones, chapas y desviadores necesarios para tocar suelo.
Siempre creí que esta torca llevaba el nombre de Juanín, porque el pobrecillo acabó en la base de los pozos, pero no es así, la torca era la fosa común utilizada por Juanín para sus ajustes de cuentas. Como dicen nuestros amigos de Espeleo50en la magnífica descripción de su visita: "Con Juanín, ... cuidadín, cuidadín."
El descenso de la cavidad lo planteamos como como una actividad de refuerzo para nuestros nuevos instaladores. He de decir que la instalación de la torca no es sencilla, si tus estándares son altos (roces "cero" y chapuzas "cero"). Comenzamos con Quique instalando la primera cuerda de 100 metros para la media docena de pozos inicial, que es especialmente accidentada.
Quique fue haciéndolo francamente bien y en un "plis - plas" nos plantamos en la cabecera del segundo P5, previa a la plataforma que distribuye las dos vías de bajada.
En la plataforma, fin de la primera cuerda de 100, y por tanto, fin de la instalación de Quique, que fue intachable (tuvo que colocar chapas, mosquetones y desviadores ¡a kilos!). Yo me reservé el derecho de ir detrás del que instala taladrándole la oreja para exigir una instalación limpia. Esto, me da la impresión de que siempre es molesto, pero los que sois de Viana sabéis que funciona así (la gente es tan buena que aún no me ha mandado nadie a la porra).
Desde el principio, y porque estábamos en estiaje, optamos por la Vía Normal o Mojada, que, por suerte, para nosotros fue seca. Esta vía, sin duda alguna, es la más rápida y te ahorra un montón de chapas, mosquetones y metros de cuerda.
Al llegar a la pequeña plataforma vimos la cuerda fija que te desciende el R15 inicial de la Vía de las Señoritas, y asegurándonos a ella comenzamos a plantearnos el P65. Iván cogió las riendas y comenzo a instalar los parabolts de M-8 instalados. Estos parabolts tienen tuerca pero no chapa, así que tuvimos que quitar el tornillo a algunas de nuestras chapas para que Iván hiciera un buen trabajo.
Iván se quitó los guantes para manipular los parabolts, ya que si dejaba caer una de las tuercas perderíamos, nosotros y sucesivos visitantes, un anclaje imprescindible.
Desde la plataforma hasta la cabecera del P65 no hay más de tres metros, por lo que el acceso es súbito, pero especialmente cómodo, por la magnífica repisa que te facilita el laboreo de tu "Y".
Es una pena que no hiciéramos fotos del P65, porque es uno de esos pozos que no te dejan indiferente. Su cómoda e inocente cabecera no te hace sospechar la grandiosidad del volado que tienes bajo tus pies.
Tras instalar Iván el pasamanos de acceso y la "Y" de cabecera, fue perdiéndose en el vacío hasta llegar a la cabecera del siguiente P23, que sin solución de continuidad taladra el estrato calizo formando un formidable P90. Los datos que teníamos hablaban de un único fraccionamiento a mitad de pozo, pero ni Iván mientras bajaba, ni yo desde la repisa de cabecera, vimos acercarse la pared en ningún momento. Así que cuando me tocó descender, y siguiendo a Iván, fui pendiente de localizar ese fraccionamiento que sería imprescindible para no eternizar el ascenso.
A los 28m de descenso vi una pequeña cornisa enfrente de mi con un spit brillante esperando a ser instalado, y con un pequeño péndulo de un par de metros llegué finalmente a él y conseguí instalarlo. Iván estaba ya terminando el sinuoso P23 que da acceso a la galería de la "T".
A mitad del P23, Iván tuvo que meter una nueva cuerda de 20m (la de 100 se que da corta para los dos pozos), y así llegamos todos a la galería de la T.
Unas cuerdas fijas nos ayudaron a remontar la rampa que da acceso al siguiente P12, donde Julián tomaría las riendas de la instalació. El P12 comienza con un par de aros de roca en fijo a una columna y desde allí, en pasamanos, te acercas a los dos spits de cabecera. Lástima que Julián bajó a "cholón" y tuvo que volver a subir porque se había pasado la cabecera. Este pozo tiene el único descuelgue "no sencillo" de toda la cavidad.
A este pozo le siguen unas rampas destrepables, que te dejan, por fin, en la parte horizontal de la cavidad.
Ya en la base, nos reunificamos todos, tomamos algo y proseguimos la marcha por el curioso pasillo de formaciones que te abre el paso hacia la Sala Azul.
Desde allí la sima cambia radicalmente de aspecto, y se convierte en un auténtico delirio de formaciones: Estalactitas, estalagmitas, columnas, órganos, coladas, banderas, corales, sierras, excéntricas, flores, ..., en fin, todo. Es posiblemente lo más bonito que he visto en toda mi vida bajo tierra (y he visto mucho, palabra).
Llegamos al E4-R3 de la Galería del Resalte, que nos deja en la Galería de la Medusa.
Esta galería te lleva tras unos pasos remontantes a la cabecera del del P14.
Este último rápel te deja en la Sala de la de la Confluencia, que es la parte más amplia y cómoda de la cavidad donde. El curso activo circula por una reexcavación en el medio de la sala y es el lugar en el que aprovechamos para quitarnos todo el equipo de vertical. En el punto en el que la sala hace un giro a la derecha, encontramos un agujero por el que accedemos a un doble fondo de la sala, por donde circula el río. Siguiendo el curso del regato llegamos a un punto en que este se vuelve realmente estrecho, y es por allí por donde continúa la cavidad.
Justo un metro por encima del paso que te hace tumbarte, aparece la mítica gatera. Es una de las zonas más divertidas, porque los pasos estrechos están forrados de calcita cristalina que te ayuda a progresar sin arañazon ni enganchones.
A los 40 metros de salitas y meandro desfondado, sobre nuestras cabezas, apareció la esperada Sala Azul.
Creo que la descripción más bonita de esta sala es la que ya hace unos años hizo una compañera del Club Alpino Ourensan, y no me resisto a volvérosla a dar.
“La Sala Azul recibe su nombre debido al color que tiñe con una intensidad rabiosa algunas de sus formaciones. Aunque lo verdaderamente hermoso es algo que va mas allá de ese extraño color Azul característico. La magia de este lugar único reside en los contrastes de colores completamente diferentes que se entrelazan unos con otros pero sin llegar a mezclarse. Del Negro Azabache se salta al Blanco Azúcar. Del Beige Crema al Ocre mas intenso, pasando por todas la gamas de Marrón. Entretanto las formaciones adoptan formas tan caprichosas y extrañas que más bien semejan algo vivo y monstruoso, como salido de las peores pesadillas de H.P. Lovecraft. Y en medio de todo esto, sin ningún orden aparente, por aquí y por allí una explosión de Azul Eléctrico que tranquiliza la mirada. Yo pensaba que el Aguamarina, con sus transparentes matices verdeazulados, era la gema mas bonita nacida nunca en el seno de la tierra, pero eso era antes...”
Una vez vista la sala comenzamos el camino de vuelta, y serían Julio y Johnny los que desinstalaría.
Julio tuvo un pequeño incidente desmontando el P65, porque se le enganchó la cuerda de 100 con algún saliente del pozo. Se quedó pillado y tuvo que tirar la saca. El pobre Johnny bajó el P65 y el P23, recuperó la saca y volvió a subir desinstalando. Julio se subió la saca con la cuerda de 100 y yo me quedé desinstalando el resto de la cavidad.
¡Ha sido una de esas salidas que crea afición!
viernes, 30 de agosto de 2013
sábado, 10 de agosto de 2013
Pico Almanzor y La Galana regresando por las 5 lagunas
Para el plan de hoy, Dani, Azahara, Julio, Susana e Iván.
El plan es una dura ruta de senderismo, subiendo a 2 picos. La ruta consiste en salir desde la plataforma de Gredos, subir a la Laguna Grande, pico Almanzor por la portilla del crampón, pico La Galana, bajar por las 5 lagunas, portilla del Rey y regresar a la plataforma por la laguna Grande y camino del Rey. Todo esto, en una jornada de 10h
Comenzamos la subida hasta la laguna grande si mayores dificultades.
Subimos Almanzor por la portilla del crampón. Esta subida empedrada requiere de un mayor esfuerzo
En el collado que lleva al último tramo de la subida al pico Almanzor, tomamos un poco de aire
Al comenzar a bajar el pico y en la aproximación a La Galana, Susana comienza a tener problemas con las rodillas y tiene 2 luxaciones en ambos tobillos. Esto hace que todo lo que sea bajar se haga tortuoso y lento para ella, y por tanto, para todos
Dani sube al pico La Galana. Los demás preferimos por precaución no hacerlo. Este pico esta realmente expuesto
Comenzamos la baja por las cinco lagunas. Todo por un pedregal sin camino aparente. Esto deja mas mella a las rodillas y tobillos de Susana
El caos de bloques es impresionante, y nos hace abrir camino por donde podemos hasta llegar a la Portilla del Rey. Desde aquí, después de dar varias vueltas, encontramos finalmente el camino del Rey.
Ha esta altura del día nos quedan 9km de camino, comienza a anochecer. El ritmo bajo debido a los problemas de Susana, y alguna que otra perdida de la ruta, nos ha hecho retrasarnos mucho.
Cogemos el camino del rey, ya con los frontales en la cabeza en una noche con la luna ausente. Susana se acerca a su límite, y este camino de bajada, se convierte en una verdadera tortura.
Después de llegar al Gargantón, cogemos camino a la laguna Grande y por fin, el camino a la plataforma.
Este camino, aunque fácil, se hace eterno ante las ganas de llegar y el cansancio acumulado.
Este camino, aunque fácil, se hace eterno ante las ganas de llegar y el cansancio acumulado.
Una procesión de sapos nos acompaña durante todo el camino.
Finalmente llegamos a las 4 de la madrugada a la plataforma, después de 17h andando.
Desde aquí, con este vídeo, un pequeño homenaje a Susana, que pese a sus problemas, acabo sin desfallecer